2.11- SÉPTIMA MAYOR Y SEGUNDA MENOR

SÉPTIMA MAYOR

Cinco tonos y medio por encima de la fundamental y medio tono por debajo del intervalo de octava se encuentra la séptima mayor (7).

Para calcular la frecuencia de la séptima mayor temperada es necesario bajar un semitono temperado desde el intervalo de octava. Para ello simplemente dividimos la frecuencia de la octava entre la raíz duodécima de dos.

La séptima mayor se sitúa a una quinta de distancia con respecto al intervalo de tercera mayor y a una tercera mayor con respecto al intervalo de quinta. Por esa razón entra en consonancia al combinarlo con estos intervalos.

El tercer armónico se corresponde con el intervalo de quinta. El quinto armónico con el de tercera mayor. Puesto que es posible llegar al intervalo de séptima mayor subiendo una quinta desde el intervalo de tercera mayor o bien subiendo una tercera desde el intervalo de quinta, podemos multiplicar tres por cinco para calcular la frecuencia correspondiente al armónico de séptima mayor natural.

Tres por cinco son quince, por lo tanto multiplicando por quince la frecuencia fundamental obtenemos la frecuencia correspondiente al armónico de séptima mayor.

El decimoquinto armónico se corresponde con el intervalo de séptima mayor en el registro de la cuarta octava. El valor de la séptima mayor temperada es ligeramente más alto con respecto al valor relativo del armónico quince.

SEGUNDA MENOR

El intervalo de segunda menor es el complementario de la séptima mayor. La distancia que hay entre el intervalo de séptima mayor y el de octava es de una segunda menor.

El intervalo de segunda menor se sitúa medio tono por encima de la fundamental.

Para calcular la frecuencia de la segunda bemol temperada es necesario subir medio tono temperado desde la fundamental. Para ello multiplicamos por la raíz duodécima de dos su frecuencia.

El armónico 17 se corresponde con el intervalo de segunda menor en el registro de la quinta octava.

Su valor relativo es levemente más alto con respecto a la segunda menor temperada.

El intervalo de segunda menor es considerado como «disonante» y en muchos modelos como sonido a evitar. Cuando dos sonidos a una distancia de medio tono suenan al unísono se producen batimientos entre sus frecuencias que provocan la sensación de tensión.

NOVENA MENOR

Cuando el intervalo de segunda menor aparece en el registro de la segunda octava es común definirlo como intervalo de novena menor.

Al situarse a un tritono de distancia con respecto al intervalo de quinta es considerado también como generador de tensión.